“…lo importante no es lo que pasó, sino lo que hago con lo que pasó.”
Algunas personas han llevado la vivencia en secreto, por décadas, sin compartirla con nadie más. Otras la han olvidado por completo y comienzan a recordar en la madurez. Otras intentan negar o ignorar para apaciguar el dolor. Otras buscan justicia o venganza.
Una de las consecuencias del abuso sexual es que energéticamente la víctima queda disociada. Esto significa que aunque no se recuerde, se niegue, se ignore, se mantenga en secreto, o se persiga a los culpables, una parte de la persona permanece desconectada de sí misma.
La disociación energética implica que una parte del alma continúa con el proceso de vida de la persona, mientras que otra parte del alma queda retenida en la experiencia, repitiéndola una y otra vez en un intento de resolverla.
Para una fracción de la psiquis el abuso hace mucho que dejó de suceder, mientras que para otra la experiencia continúa sucediendo. La parte del alma que está retenida genera múltiples síntomas en la vida cotidiana que pueden expresarse en cualquier área. Lo más común es a nivel emocional, relacional, laboral y en la salud.
Se puede decir que el alma está atrapada. Y seguirá así hasta que la persona se haga responsable de lo vivido y decida hacer un proceso de reparación cuya meta apunta a salir completamente del rol de víctima. En esencia nadie es una víctima. Es sólo un papel que el alma representa y es posible desprenderse de él.
No estoy diciendo que sea una tarea fácil, pero es ineludible. Hay que empezar en algún momento, el alma está esperando la reparación. Y quien debe hacer este trabajo es la misma persona. Nadie nos va a salvar. Los únicos que podemos salvarnos o condenarnos somos nosotros mismos.
Las implicaciones que tiene una vivencia de este tipo son muy complejas de compartir, sólo se pueden conocer a través de una experiencia terapéutica profunda -como lo es la TVP- que permite entender e integrar todo lo que sucede durante un ataque de este tipo, recuperar el poder personal que está atrapado en la experiencia, y acceder a la definitiva liberación del personaje de la víctima.
¡Terminar con tu rol de víctima es algo que sólo puedes hacer tú!
Te invito y te acompaño a comenzar, a avanzar, o tal vez a completar, la sanación del abuso sexual.
Taller presencial para 3 personas.
10 a 19 horas.
Fecha: 20 de julio de 2024
Providencia, Santiago de Chile.
Anímate a caminar acompañada(o) hacia tu liberación en un ambiente seguro, protegido y contenido. Escríbeme y súmate a este círculo de sanación.
Francisco
